INCERTIDUMBRE A PARTIR DE LOS CAMBIOS EN CULTURA

9.9.18 - 
La semana pasada se oficializó la reducción de la estructura ministerial, confirmando el paso de Cultura a la órbita del nuevo Ministerio de Educación, Ciencia y Cultura como Secretaría (junto con la Ciencia y Técnica, que también pasó a ser Secretaría). El otrora Ministro de Cultura Pablo Avelluto es ahora Secretario. La incertidumbre sobre los puestos de trabajo, las paritarias, las partidas presupuestarias y demás condiciones, que ya preocupaban en el área, aumenta ahora que se comprime.
Una de las inquietudes que afecta a los trabajadores de Cultura es el nuevo organigrama, ya que ahora, al haber pasado de Ministerio a Secretaría, crece la cadena de mandos y decisiones que tienen que pasar cada vez más por más y más filtros. La pérdida de autonomía en las decisiones, la independencia en las partidas presupuestarias, en definitiva. También se acrecienta el malestar, ya existente, por las precarias condiciones laborales, que generan aún más dudas sobre la continuidad de los puestos de trabajo. Varias instituciones educativas y culturales ya expresaron su preocupación ante la medida del gobierno de fusionar las carteras dirigidas por Lino Barañao y Avelluto dentro del ámbito del Ministerio de Educación, a cargo de Alejandro Finocchiaro. Desde el rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba se refirieron también a una posible situación de reedición de la fuga de cerebros, como consecuencia del desfinanciamiento de la actividad y los degradantes salarios, que dijeron “inducirá un daño que llevará décadas poder corregir”.
Desde Trabajadores de Museos entendemos, así como expresamos días atrás en otro comunicado sobre la situación de los Museos Universitarios y Patrimonio Científico Cultural, que el sostenimiento de estas medidas de desfinanciamiento de los programas e instituciones culturales, así como la vulneración de las condiciones laborales y salarios de los trabajadores atentan una vez más contra toda la sociedad y nos oponemos rotundamente, por lo que no podemos dejar de expresarnos al respecto.
YAPA: SE VOLVERÁ A COBRAR ENTRADA EN LOS MUSEOS NACIONALES A través de la Resolución 1082/2018, publicada el último viernes en el Boletín Oficial, la flamante Secretaría de Cultura de la Nación, impuso una tarifa de $100 para la muestra el pintor británico William Turner, que tendrá lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes entre septiembre de 2018 y febrero de 2019. Se retoma así una Ley del gobierno de Onganía. Desde 2017, el ingreso a los museos nacionales era gratuito (por la Resolución N°268), con el supuesto objetivo de estimular la asistencia. En consonancia con esta medida y la del cambio de cartera, se realizó un acto en la puerta del MNBA con las siguientes consignas: “Luto por la pérdida formal y simbólica de la Cultura degradada a Secretaría. Luto por la precariedad laboral de sus trabajadores, sostén del patrimonio artístico nacional. Luto porque la cultura es un gasto para los funcionarios. Luto por arancelar los Museos Nacionales en una medida expulsiva para una gran parte de la población”.
LA COYUNTURA REGIONAL
La situación argentina no es un hecho aislado en la región. Hace algunas semanas, en Ecuador, también hubo reducción de ministerios y fusiones de varias instituciones gubernamentales. Varios organismos dependientes del área de Cultura denunciaron la inconstitucionalidad de esas medidas y la sub ejecución de presupuestos y abandono de las políticas de fomento cultural y artístico. En Perú, hace semanas se viene denunciando el posible cierre del Archivo General de la Nación, ubicado en el edificio del Palacio de Justicia, para dar espacio a oficinas de dicha institución. Chile tampoco es ajeno a las reestructuraciones que van en detrimento de la cultura, desde la asunción de Piñera lo que se conocía como DIBAM – Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos – (fundada en 1929) pasó a ser el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural, es decir descendió de rango. Por último, en la noche del domingo 2 de septiembre último el Museo Histórico de Río de Janeiro (Brasil) se incendió casi en su totalidad. Dicha institución venía siendo víctima del desfinanciamiento desde, por lo menos, 2015, cuando había tenido que reducir la atención por falta de fondos.
Texto: ATM
Ilustración: Mario Scalerandi-Souto, tapa de la revista Fierro.