Olga Chacón: guardiana de la historia de Lavalle

23.10.08 - 
Casona. El museo funciona en una edificación de fines de 1.800, que perteneció a la familia Montenegro.
Olga fue distinguida durante el Congreso Provincial de la Cultura.

Estuvo por más de dos décadas al frente del Museo Histórico y Natural del departamento, una colección que iniciaron alumnos de primaria hace 31 años. Mañana celebran el 211 del natalicio del general Juan Galo Lavalle.
Sandra Conte - Fotos: Orlando Pelichotti
A fines de los '70, las maestras de séptimo grado de la escuela Juan Lavalle propusieron a sus alumnos que, con la ayuda de sus papás, buscaran historias, fotografías, documentos y elementos de flora y fauna para rescatar las raíces del departamento. Con ese material, que quedó guardado en un salón de la capilla antigua -luego fue demolida porque la dañó un terremoto-, se creó el Museo Histórico y Natural de Lavalle, que cumple 31 años.

Olga Chacón (72) se hizo cargo de esa colección a fines de 1986, cuando se encontraban en un pequeño espacio dentro del edificio comunal. Como a ella le hubiera gustado estudiar Historia o Geografía pero le resultó imposible porque cuando era joven sólo había dos micros desde Lavalle a la Ciudad -uno a la mañana y otro a la tarde-, en ese ámbito encontró la revancha.

La mayoría de los objetos recolectados por los chicos estaban desparramados en el suelo y con el tiempo les fue dando un orden para que los visitantes pudieran apreciarlos. También descubrió, un día que la curiosidad la llevó a subirse al techo para ver la villa cabecera desde arriba, varios que habían sido dejados junto al tanque de agua.

Pero además, se propuso que la muestra fuera creciendo y por eso comenzó a tejer una red de contactos con gente que le contaba de personas que tenían un mueble, una foto o un documento con valor histórico que podían estar dispuestos a donar.

Olga cuenta que entonces se había dispuesto que todos los empleados municipales firmaran cada vez que entraban o salían del edificio, para llevar un registro, pero ella fue la única que consiguió un permiso especial. Es que cada vez que se enteraba de que un vecino de una zona alejada iba a la villa, corría para alcanzarlo y preguntarle si quería ceder un elemento al museo.

Pero el nombre de "Chola" también se empezó a conocer y los mismos lugareños le acercaban lo que creían que le podía servir. De esta manera recibió cantidad de huesos, insectos y animales muertos que ella aprendió a preparar con el asesoramiento del taxidermista del Museo Cornelio Moyano y que se exhiben en la sala de flora y fauna.

En el sitio también se observan curiosidades como la foto de la primera mujer farmacéutica o del primer canillita de Lavalle, una cama de bronce de principios del siglo XX o un baúl de viaje de inmigrantes que se afincaron en el departamento.

Otra de las habitaciones alberga elementos y artesanías de las culturas originarias. Aquí "Chola" explica que participó en la creación de los museos de Asunción y de Lagunas del Rosario y enseñó, a la gente del lugar, a restaurar los objetos y a decorar el espacio de exhibición con mobiliario hecho con materiales de la zona.

La casona de los Montenegro

El Museo Histórico y Natural se trasladó hace casi 10 años a una casona de barro y caña asentada sobre piedras, que data de fines de 1800 y perteneció a la familia Montenegro (quienes donaron tres hectáreas para la creación de la villa y donde se encuentran la plaza, la iglesia, el edificio municipal).

Olga, que estuvo más de 20 años al frente de la institución, se jubiló en mayo y recibió en agosto una distinción en el marco del Congreso Provincial de la Cultura.

Hasta hace un par de meses ella se encargaba personalmente de hacer el recorrido a los visitantes de todo el mundo que llegaban a la vivienda con las ventanas siempre cerradas -para preservar los objetos en exhibición- que alberga pedacitos de la historia de Lavalle.

Pero también organizaba cada año, para el Día Internacional de los Museos (18 de mayo), distintos concursos para alumnos de las escuelas, como buscar la foto más antigua del baúl de la abuela, hacer dibujos del departamento o escribir relatos que recuperaran datos históricos.

Por otra parte, creó un pequeño ámbito donde se puede observar fotos y atributos de todas las soberanas vendimiales de Lavalle. En la pared de la habitación donde está el libro que pide que firmen los visitantes, existe un extenso árbol genealógico de los Montenegro. "Me gustaba investigar", dice a modo de explicación del ímpetu puesto durante años en la tarea.

De hecho, su hija Verónica Blanco (25), quien la ha sucedido en el cargo, dice que cuando era chica le decía que se llevara la cama al museo porque pasaba ahí mucho más tiempo del que requería el empleo.

Ahora ella ha tomado como propio el proyecto de su madre de crear el museo de 1900 o del inmigrante, en una casa en el mismo predio, donde podrán colocar varios objetos que ya han sido donados pero conservados por las familias por falta de lugar.