En tema de Museos, la política hace la plancha…

30.7.08 - 

Museo del Area Fundacional ha discontinuado su proyecto arqueológico.
El autor de esta nota presenta un panorama desolador sobre la cultura mendocina, en cuanto a lo que de conservación y promoción de museos se trata. Un muestrario detallado de un olvido histórico en las gestiones provinciales.Este año caminamos hacia los 25 años de retorno a la democracia. En este mismo año, 2008, el ICOM, Consejo Internacional de Museos, que reúne a los trabajadores del campo institucional de todo el mundo, ha propuesto que los museos y las comunidades reflexionen y elaboren acciones sobre el lema: “Museos como agentes de cambio social y desarrollo”. El lema en realidad apela a una función básica de nuestras instituciones culturales y entonces cabe preguntarse qué hemos hecho en 25 años para democratizar el acceso a los museos, promover el desarrollo art´sitico y de las ciencias, o cómo se planificaron los mensajes y acciones que realizan para comprometerse con una visión integradora de las identidades culturales que contiene nuestra sociedad y sobre todo, qué han hecho las administraciones públicas, de la provincia y de los municipios, por organizar internamente los museos, dotarlos de administrativos, investigadores y promotores socioculturales para hacer realidad tanto el lema propuesto como sus fiunciones básicas. El panorama no es alentador. Desde el año 2006 los museos y sus profesionales estamos acordando principios, metodologías, esperanzas y asumiendo errores propios, bajo la forma de una RED DE MUSEOS que quiere configurar un espacio permanente de diálogo y planificación de estrategias institucionales. Pero lamentablemente, las gestiones públicas no nos acompañan con la celeridad y el convencimiento necesarios para revertir décadas de abandono o de atención mínimas. Desde septiembre del año 2007 un proyecto de Ley descansa en la Cámara de Diputados mientras nuestros museos enfrentan desafíos cada vez más complejos y sus necesidades no son escuchadas en general, sobre todo en los municipios donde han sido relegados a la mayor insignificancia. ¿Cómo se explica esta falta de compromiso social pero sobre todo de la clase política que compone los departamentos ejecutivos de cada municipalidad con los intendentes a la cabeza y los Concejos Deliberantes de cada comunidad? ¿Cuál es el valor real que otorgan a la cultura y a la historia social, industrial, artística y a los recursos naturales en cada uno de sus pueblos si han abandonado en la práctica a sus museos al no dotarlos de presupuestos, de profesionales capacitados y especializados y sin cuidar los edificios y entornos naturales objetos de la puesta en valor de sus patrimonios? La Provincia entrego $ 250.000 para obras en Museos y a casi un año de haberlos cobrado casi ningún Municipio los ha implementado, suponemos que el dinero aún está disponible para los fines que se entregaron… Hagamos un rápido repaso de problemas puntuales para sopesar la magnitud del abandono, que bien justifican la declaración de “emergencia patrimonial” de nuestros museos: Museo Moyano: filtraciones y deterioro edilicio generalizado, falta de protección perimetral, depósitos ínfimos.

Museo Fader: depósito (reserva técnica) sin terminar de construir por fallas estructurales. Museo Arqueológico Fac. Filosofía y Letras: en un espacio inadecuado, con filtraciones y humedad permanente.
Museo de Arte Moderno: filtraciones de humedad, reserva técnica sin terminar, accesos por escaleras inadecuadas.
Museo del Área Fundacional: hundimiento de pisos, fracturas de vidrios y paredes, discontinuidad de proyecto arqueológico.
Museo del Pasado Cuyano: desmejoramiento edilicio general, hundimientos, falta de personal;
Museo de Arte (MUA):
sin sede específica, colecciones de arte por pasillos y otros edificios. Museo de Ciencias Naturales de Alvear: sin espacio físico adecuado ni personal.
Museo de Historia Natural de San Rafael: robos continuos, jardín botánico abandonado, intrusión de puestos de ventas en su frente, techos con filtraciones, falta de espacio.
Muestra del Pasado Sanrafaelino: reducida al mínimo de espacio expositivo por habilitación de oficinas de Rentas e Informática, patrimonio de la comunidad en riesgo.
Museo de Bellas Artes de San Rafael: cerrado por investigación judicial, sin personal.
Casa de Burgos: dos años haciendo reparaciones edilicias, robos de patrimonio. Se perdieron en estos años el proyecto Eureka, el Museo Mineralógico Tellechea, el Museo de Rivadavia está embalado sin sede; el Museo Americanista de Luján no tiene sede propia ni equipos técnicos, el EcoMuseo de Maipú fue desmantelado. La gran mayoría presenta falencias en sus exposiciones, anticuadas, sin calidad para una experiencia educativa ni valor para un turista que pueda generar nuevas visitas y venta de servicios culturales que ayuden a su sostenimiento (cursos, libros, recuerdos, etcétera). Todo esto a vuelo de la memoria, sin mencionar aún en los museos que presentan mejor diagnóstico, las falencias en medidas de seguridad y la generalizada pauperización de salarios de quienes trabajan allí, el abandono de personas y el maltrato, la falta de estímulo e integración a otras políticas educativas, sociales y turísticas. Sume al guiso indigesto que detallamos el desperdicio permanente de capacitación de profesionales que no podrán acceder nunca a un cargo administrativo o técnico, porque ningún municipio ni la provincia crea los cargos necesarios ni los cubre por Concurso, favoreciendo directamente el abandono, cuando no el amiguismo y el favor de campaña en detrimento directo del patrimonio cultural. Municipios como Guaymallén, Godoy Cruz, Las Heras, no poseen unidades museológicas o las tienen en mínimas condiciones de servicio, zonas como el Este y el valle de Uco con casi nula representación de sus historias colectivas en instituciones museales que promuevan el acceso al patrimonio y diálogo intergeneracional e inter cultural, contribuyendo a democratizar nuestra visión de la historia provincial. ¿Hace falta detallar más la incongruencia que muestra la promoción de los valores sociales y culturales y el turismo interno como motores básicos de desarrollo para tener dispuestos espacios y recursos humanos con la dignidad y la profesionalidad que merecen? ¿No estarán bordeando las autoridades en su abandono e inconducta el delito contra el patrimonio público que representan esas colecciones de bienes culturales abandonados en depósitos absurdos o simplemente negándose a otorgar presupuestos y planes de acción a los museos ya establecidos? Las leyes nacionales y algunas provinciales tipifican claramente el delito contra el patrimonio arqueológico y el paleontológico, entonces, ¿hará falta que alguien proceda a formular la denuncia contra los responsables institucionales de este abandono para que la situación empiece a cambiar? ¿Por qué la política mendocina a contrapelo de lo hecho en Neuquén, Buenos Aires o Patagonia, por citar unos casos, desprecia el valor añadido a una promesa de campaña como lo constituiría hacer real una auténtica política cultural a escala local que promueva e invierta en el conocimiento y acceso a nuestros bienes naturales y culturales y ponerlos al servicio de la educación pública, la recreación, la promoción del arte, la ciencia y la técnica? ¿No tendrían acaso una mejora de opciones para el turismo? ¿No es su obligación ofrecer a sus ciudadanos los espacios de ejercicio del derecho a la cultura? Bien, todo eso se hace en países y sociedades más organizadas y justas con inversión pública, privada y la colaboración de la comunidad. Pero el Estado provincial y cada Municipio deben dar el primer paso. A los lectores les propongo que cada uno se interese por el museo que tiene en su pueblo, participe en formar la “Asociación de Amigos del Museo” y haga oír su voz de ciudadano porque nuestros propios dirigentes le han dado la espalda al cuidado de la memoria social y las historias de nuestras familias. Usted no acepta que no haya enfermeros y médicos capacitados, insumos y buena atención en un centro de salud u hospital para preservar su vida personal. Entonces, ¿por qué acepta que los museos no tengan edificios en condiciones, buenos administradores, insumos, investigadores y comunicadores del patrimonio social que preservarán la vida de nuestras identidades sociales? ¿Por qué acepta que no lo atiendan bien, que no haya baños públicos adecuados ni folletería ni libros de calidad en los museos ni acciones que promuevan inteligencia, sensibilidad y respeto en nuestros niños? ¿Por qué aceptamos que no nos permitan cuidar nuestro pasado y ejercer el derecho de conocernos a nosotros mismos en instituciones bien organizadas pagadas con los impuestos de todos? ¿Por qué hemos dejado algo tan importante en manos de la política que ignora nuestra cultura?

PUBLICADO EN http://www.mdzol.com/mdz/nota/39092.
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