LA CULTURA COLABORATIVA EN LOS MUSEOS - ATM Bahía Blanca

9.4.18 - 
LA CULTURA COLABORATIVA EN LOS MUSEOS
El pasado viernes 23 de marzo organizamos en el Museo Del Deporte De Bahía Blanca, una charla-taller que llamamos "La cultura colaborativa en los museos".
La charla estuvo coordinada por la Licenciada en Artes Plásticas y Comunicación Pompea Tavares, quien, desde 2007 trabaja como educadora en museos de Belo Horizonte (Minas Gerias, Brasil). Actualmente, Pompea trabaja en la Superintendência de Museus e Artes Visuais del Estado de Minas Gerais como Directora de Linguagens Museológicas, desarrollando proyectos de educación, colaboración y programas públicos.
Pompea se encuentra realizando un trabajo de campo e investigación en uno de los museos locales. En el marco de su última estadía en la ciudad, le propusimos si era posible que pusiera parte de sus saberes sobre formas de trabajo en equipo en relación con nuestras experiencias concretas.
De “La cultura colaborativa en los museos" participaron trabajadores y trabajadoras de los museos de Bahía Blanca y público en general. Por primera vez en la historia de los museos pertenecientes al Instituto Cultural, trabajadorxs del Museo del Puerto de Ingeniero WhiteFerrowhite - museo taller2 Museos Bellas Artes y MACMuseo DE Ciencias Bahia BlancaMuseo Del Deporte De Bahía BlancaMuseo y Archivo Histórico, nos encontramos en un mismo espacio para reflexionar sobre nuestro trabajo.
Partiendo de una lectura que justifica que gran parte de los proyectos (y los sueños) de las organizaciones quedan a mitad de camino en razón de que ‘las personas nos escuchamos cada vez menos’, Pompea nos presentó la metodología del Dragon Dreaming, inventada por John Croft. Esta praxis se propone como punto de partida, ‘alimentar una comunicación no violenta, esto es, calmar la voz interior para comunicarse sin prejuicios y lograr conectarse de manera auténtica con lxs otrxs y con nosotrxs mismxs’. A su vez, esta herramienta se apoya en las potencialidades que surgen en el cruce de los campos de la creatividad individual, las necesidades de las comunidades y el respeto por el medio en el que se trabaja: la Tierra.
Aquella mañana, el Museo del Deporte se salió del guion y fue tanto sala de exhibición como espacio para el intercambio de historias personales, dinámicas corporales, reflexiones sobre las limitaciones que impone la falta de recursos en la calidad de nuestro trabajo, propuestas concretas para coordinar entre los museos a lo largo del año, etc.
En este sentido, dos desafíos surgieron de esos intercambios: realizar visitas a lxs compañerxs del resto de los museos y a trabajadorxs municipales para dar a conocer nuestra labor, y hacer una exploración por el arroyo Napostá a lo largo de todo su recorrido.
Desde sus comienzos, en el año 2008, la Asociación Trabajadores de Museos se propuso como uno de sus ejes de intervención la formación de quienes integran los equipos de trabajo de los museos, con la expectativa de consolidar los proyectos culturales en las comunidades de las que forman parte. Estamos muy contentxs como organización de haber iniciado este camino en Bahía Blanca.