02 de Noviembre - 11:52hs
Trabajadores del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken reclamaron al Gobierno porteño reformas edilicias en sus instalaciones, denunciaron el “abandono” que esa institución sufre por parte de las autoridades y señalaron que el Estado porteño está favoreciendo a una entidad privada, a la que le habría cedido uno de los pisos del museo.
En una carta dirigida a diferentes medios y personalidades de la cultura, los trabajadores del Museo indicaron que esa institución “viene luchando por tener una sede definitiva y adecuada. Mauricio Macri, junto al ministro de Cultura, Hernán Lombardi, inauguraron en agosto de 2011, operativamente, sólo la planta baja del edificio de Caffarena 49, anunciando que sería la sede definitiva del Museo”.
“En la segunda etapa anunciada, otras áreas de atención al público debían instalarse en la planta alta y en una tercera fase, se construirían los depósitos patrimoniales y las áreas de trabajo de documentación, conservación y restauración en edificio aledaño”, recordaron.
Sin embargo, “nada de esto sucedió, las autoridades del gobierno alegaron que el techo de bovedilla, con pisos de madera, no soportaría el peso de la biblioteca y tampoco hicieron las refacciones necesarias por las filtraciones en los techos. Así, la prometida segunda etapa nunca llegó y la mudanza de las áreas públicas se truncó”.
“Hoy -siguió el comunicado- todas las áreas del museo, menos la exhibición, funcionan aún en el mismo galpón de un edificio alquilado al Correo Argentino en inadecuadas condiciones de almacenamiento y precariedad. Una vez más -dijeron- el ejecutivo anunció pomposamente una inauguración sólo para lucimiento mediático”.
Pero según los trabajadores, lo más grave es que “en las últimas semanas, solapadamente, sin comunicación oficial, el gobierno dio señales inequívocas de su decisión de otorgar la planta alta de Caffarena 49 a la fundación privada Espigas, dedicada a reunir y resguardar documentación referida al arte argentino en el país y en el exterior”, denunciaron.
“No se explica cuál es la razón por la cual la biblioteca de la fundación privada sí puede establecerse en ese primer piso, que no soporta el peso de la biblioteca del Museo”, puntualizaron los trabajadores.
Y añadieron que “Espigas, tanto como su comisión directiva, cuentan con medios económicos para acceder a una sede sin necesidad de que el Estado porteño se la provea. Y mucho menos, si eso actúa en detrimento del patrimonio público”.
“Ya no queda mucho margen para que los deterioros sean irreparables para la conservación del patrimonio del Museo del Cine que, desde hace décadas, sobrevive penosamente a la indiferencia de los funcionarios de turno, ocupados en privilegiar su lucimiento mediático en lugar de planificar estrategias para resolver a largo plazo problemas estructurales de las instituciones”, advirtieron.
Fuente: http://www.telam.com.ar/nota/42848/