Una visita de riesgo por el Museo Casa de Yrurtia de la Ciudad de Buenos Aires

26.9.12 - 


El Museo Casa Yrurtia funciona en el Barrio de Belgrano desde 1949, época en que fuera donado por el escultor Rogelio Yrurtia y su esposa Lía Correa Morales, antigua casa donde los artistas vivieron y que decidieron transferir al estado nacional junto a sus obras de arte y mobiliario.
Esta casa de fines del siglo XIX, refaccionada en estilo neocolonial a principios del siglo XX, obtuvo un premio municipal de arquitectura para la década de 1920.


Las colecciones presentes en esta Casa Museo abarcan desde esculturas de gran formato hasta objetos diversos coleccionados por la pareja, así como mobiliario y planos de los los monumentos que Yrurtia proyectó y en algunos casos realizó, como ser el Mausoleo de Rivadavia o el proyecto del Canto al Trabajo en Paseo Colón.


Actualmente, este museo presenta muchos problemas edilicios que ponen en riesgo en primer lugar al trabajador, luego al visitante y finalmente a las colecciones.
Rajaduras en los techos de las salas y la reserva técnica, filtraciones de agua en techos y paredes, apuntalamientos precarios en la galería, caídas de revoques en acceso a los baños, cables de electricidad próximos a las paredes húmedas, canaletas tapadas por hojas, tejas emparchadas, nidos de palomas, sumado a la falta de personal de mantenimiento y de electricista y a la presencia de una sola persona de limpieza, dan una imagen de abandono de este rico patrimonio cultural y de inseguridad para los trabajadores y visitantes del museo.


Mientras tanto, en el jardín de la casa se observa una importante cantidad de materiales como membrana para techo, tejas, cemento, los cuales fueron enviados por la Secretaría de Cultura de la Nación frente al reclamo de los trabajadores del museo. Pero estos materiales, depositados hace ya seis meses en el hermoso jardín de la casa museo, donde existen aún las plantas colocadas por Yrurtia, esperan ser utilizados por gente especializada que haga los arreglos pertinentes.



Idas y venidas de notas entre las instituciones reclamando el arreglo por un lado y justificando el desarreglo por el otro, aún no llegan a resultados favorables que permitan adecuadas condiciones de trabajo, el desenvolvimiento seguro de las actividades que el museo realiza y la preservación de un patrimonio único en este rincón de la ciudad de Buenos Aires.