Nota publicada en el diario La Nación, el jueves 3 de septiembre de 2009.
Susana Reinoso
La casa del virrey Liniers está en venta. Declarada monumento histórico nacional en 1942, la propiedad, construida a fines del siglo XVIII por la familia Sarratea, emparentada con Santiago de Liniers, estuvo a punto de ser comprada por el gobierno de la ciudad, que avanzó hasta principios de este año en la negociación. Pero la operación se diluyó por "falta de presupuesto", dadas las restricciones que alcanzan a todo el gobierno. Así lo confirmaron fuentes oficiales inobjetables y voceros de la Editorial Estrada, dueña de la propiedad.
La casa se encuentra en Venezuela 469, en San Telmo.
LA NACION intentó comunicarse sin éxito con el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien está convaleciente de una intervención quirúrgica. Desde Chile, el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, confirmó que "la voluntad del gobierno porteño sigue siendo comprar la casa. Pero este año no disponemos de los recursos". Una tasación hace dos años fijó el precio de la compra en US$ 2,5 millones.
En diálogo con LA NACION, la directora de Patrimonio y del Instituto Histórico, Liliana Barela, confirmó el interés del gobierno porteño por comprar la propiedad. "En 2006 y 2007 desarrollamos un programa vinculado con la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires. Cuando supimos que la casa estaba en venta, le propuse a Lombardi que viéramos el lugar. De inmediato, el ministro comprendió la importancia de comprarla."
Ideal para el Bicentenario
En principio, el proyecto del gobierno porteño era adquirir la casa para trasladar allí las áreas de Patrimonio, el Archivo Histórico y el Instituto Histórico, que están distribuidas en distintos edificios. "Por sus dimensiones ?3000 m²?, el inmueble, que tiene una entrada por la calle Venezuela y otra por Defensa (Editorial Estrada), brinda la posibilidad de trasladar esas áreas y, además, abrir nuestra Biblioteca para que se exhiban y se vendan las publicaciones que hacemos."
Para la funcionaria, la casa es el mejor escenario para desarrollar actividades por el Bicentenario.
En diálogo con LA NACION, camino a Entre Ríos, Tomás Estrada, accionista minoritario de la editorial, dijo: "La municipalidad nos dijo que no, pero conserva una opción de compra. Nuestro deseo es que la compre el gobierno porteño, porque sería así patrimonio de todos los habitantes de la ciudad". Estrada confirmó que la casa "no está en venta a terceros".
La aclaración vino a cuento de un correo electrónico que el Instituto Histórico Santiago de Liniers hizo circular esta semana en relación con la venta del inmueble. En la casa no quedan objetos ni documentos pertenecientes a Liniers, dado que, por razones de seguridad, la familia Estrada los ha trasladado. Pero hay muebles que pertenecieron a la familia Sarratea.
El 26 de agosto de 2010 se cumplirán dos siglos del fusilamiento del héroe de la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires contra los ingleses. En esa casa histórica se firmó la capitulación de William Carr Beresford, comandante de las tropas inglesas, en presencia de Liniers, en 1807.
La Revolución de Mayo de 1810 tuvo consecuencias fatales para "el último conde de Buenos Aires", según contó anoche, desde Madrid, el escritor argentino Horacio Vázquez Rial, un historiador apasionado que conoce detalles deslumbrantes de la vida de Liniers. Por ejemplo, que "nunca tuvo un duro (una moneda)".
Dice Vázquez Rial que "Liniers es el gran olvidado de la Revolución. Cuando, en el documento del plan secreto de la Junta, Moreno dijo que había que matar a los enemigos, al único que le puso nombre fue a Santiago de Liniers. El mito de Mayo se parece mucho a la Revolución Francesa, porque había que construirlo contra alguien".