Chubut: El Chalet Huergo y su bello parque, un patrimonio cultural en PELIGRO

4.11.15 - 
El Chalet Huergo y su bello parque, un patrimonio cultural en PELIGRO. (Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina)

El relato de su historia
En la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, se levanta en una zona costera, el Barrio Km 3,  destinado originariamente al personal de la empresa petrolera estatal YPF. En ese paraje se construyó en 1919 el Chalet Huergo, una casa de dos plantas que se acompañó de un parque circundante que con el tiempo fue engrandecido y forestado. Con un diseño original, el parque fue embellecido con esculturas del artista Bruno Pieragnoli quien trabajó con herramientas en desuso de YPF.
Este edificio se reserva originalmente al personal jerárquico de la empresa. Con la privatización de YPF en los ´90s del siglo pasado, pasa a ser administrado por la Municipalidad de Comodoro. A partir del año 2002 integra el proyecto “Chalet Huergo Paseo Turístico Cultural”.  En ese contexto, se recupera  el parque, que había sufrido abandono y deterioro y se realizan obras en el edificio para su preservación y mejora. Su planta baja fue dada en comodato a la Federación de Comunidades Extranjeras para que realizasen eventos culturales abiertos al público, y en la planta alta se armó una sala histórica que con el tiempo se fue transformando en un museo.
Desde la apertura del Chalet Huergo al público en 2003, hubo un marcado interés por parte de los visitantes, por conocer la historia misma del edificio y su parque. Es por eso que, desde el Área de Investigación del museo, se pudo llevar a cabo una recuperación histórica del edificio, su parque y también de sus antiguos trabajadores. Esto permitió armar una muestra que contemplara la historia del Chalet, de sus visitas y sus trabajadores. Por ser un ámbito muy particular, en comparación con otros museos de la ciudad, se delineó una muestra museal que contemplara los distintos sentidos en búsqueda de una experiencia distinta.
La historia aludida refiere a la de la empresa, la de su personal y de la ciudad de Comodoro. En esa historia el Chalet mismo fue pasando por diversos momentos. El edificio original era de mampostería de piedra, ladrillos y cemento armado. Fue construido al lado de la perforación Nº 685, y estaba compuesto de dos plantas; tenía a su vez, un anexo de cemento armado de planta baja, destinado a personal de mantenimiento. Funcionaba como residencia temporal del presidente de la empresa y de su personal gerencial e ingenieros que viajaban a la ciudad. En 1941, el edificio es modernizado y ampliado, a partir de la construcción de un nuevo cuerpo y el cambio de su fachada, que pasó a tener un estilo pintoresquista, muy de boga en la época. Asimismo, se le dio una amplia perspectiva al mar, que no poseía anteriormente.
Convertido en un hospedaje de lujo sólo para aquellos invitados por la empresa, el Chalet Huergo fue utilizado, durante la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia, para recibir a los gobernadores o para agasajos que los propios gobernadores organizaban. Con el Boom petrolero de fines de la década de 1950 y principios de 1960, entre los huéspedes del Chalet Huergo, se destacan, presidentes nacionales e internacionales, embajadores, miembros de las fuerzas armadas, ministros, presidentes de la empresa estatal o de otras empresas petrolíferas extranjeras.
Por otro lado, a través de fuentes orales y del Libro de Huéspedes del Chalet, se sabe que fue centro de operaciones militares durante la Guerra de Malvinas (1982). La cúpula mayor del gobierno militar, arribó en varias oportunidades a la ciudad y se hospedó en el Chalet Huergo, donde se tomaron decisiones importantes concernientes al conflicto bélico.
En el proceso de recuperación y patrimonialización logra que el Chalet y su parque obtengan dos declaraciones para su protección. En el año 2007, se declara “Patrimonio histórico y natural de Comodoro Rivadavia”; y en junio de 2015, “Monumento Histórico Nacional” por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos.

El drama actual de este patrimonio cultural
En el año 2010, el Chalet Huergo sufre un incendio en la planta alta lo que provocó la pérdida casi completa de una oficina – correspondiente a la dirección del museo –. Las llamas no se dispersaron por el resto de la planta, pero sí lo hizo el calor y el humo, afectando de distintas maneras todo el sector. Gracias al trabajo que se llevó a cabo de limpieza con productos químicos, se recuperó el 90% de la colección del museo.  
Si bien a partir de ese desgraciado evento, se realizó un proyecto municipal de reciclaje para poner en marcha nuevamente al museo, este aún no se ha llevado a cabo. El personal del museo actualmente trabaja en una oficina del Centro Cultural de la ciudad, donde va a montar una exhibición temporal sobre su historia.  
Con respecto al parque, desde el Municipio se licitó una obra sin tener en cuenta el proyecto de reciclaje del edificio (entendidos como elementos de un mismo conjunto, por ende indivisibles) ni la necesidad de la realización de un muro de protección costera, ya que el mar, al no encontrar ningún tipo de contención, entra con más fuerza al sector y socava el acantilado, provocando derrumbes que cada vez son más frecuentes y de gran magnitud. Si no se realiza esta obra, dentro de pocos años los desmoronamientos de tierra llegarán hasta el edificio, y también perjudicará en un futuro a la arteria principal de unión de la ciudad: la ruta nacional N° 3. En cambio, este proyecto intenta dar solución a una problemática recreativa en la sociedad, destruyendo la significación cultural del parque. Esto es, creando senderos aeróbicos, gimnasios urbanos, juegos infantiles, entre otros en el espacio parquizado, con el agravante de tener amplios espacios lindantes inutilizados que pueden ser aprovechados para estos destinos.
A pesar de las notas enviadas por la Comisión Nacional de Monumentos para la paralización de las obras y de las notas enviadas por la Comisión Evaluadora de Patrimonio local y desde el propio Museo, las obras continúan. Ya se han tirado abajo numerosos árboles vivos, o se han dañado con el paso de las máquinas que no tienen ningún cuidado. Se han sacado parte de los caminos internos originalmente de piedra, se desmanteló un galpón histórico que estaba en perfecto estado, se realizó una zanja con retroexcavadora que atravesó por distintas áreas forestadas en la totalidad del parque. Asimismo, nunca se realizó un cerco perimetral para la obra, por ende el parque quedó abierto en su totalidad y, al carecer de sereno y/o de seguridad, queda totalmente desprotegido.
Además, nunca se diseñó un plan de mantenimiento del jardín, y el área de la que dependía el cuidado del mismo decidió irse debido a los daños que la obra estaba ocasionando. Por ende grandes sectores se están secando totalmente. Los últimos avances de la obra son el relleno de la zanja e inicio de construcción de la senda aeróbica.

En suma, lo único que se profundiza es el descontrolado deterioro y daño  de un espacio patrimonial cultural muy relevante para la ciudad y para la historia de la producción en la Argentina.

Marcela Andruchow-ATM